En un inicio habia elegido la carrera de arquitectura, porque quería ser parte del cambio que iba a suceder en las ciudades hacia un mundo más "verde". Sin embargo, a inicios del año 2020 me fracturé la rodilla derecha haciendo deportes de nieve y me tuvieron que operar de emergencia. Después de la cirugía estuve por 1 mes y medio con la pierna completamente enyesada y tuve que aprender a caminar con ayuda de muletas. Pude vivir en carne propia la dificultad de poder movilizarme, pero no por mi incapacidad de caminar sino porque los espacios NO estaban diseñados para personas discapacitadas. Fue entonces que me di cuenta que en la arquitectura hace falta otro cambio. Le falta inclusividad. Y creo que yo, junto con otros estudiantes de arquitectura, podemos hacer ese cambio y hacer que todo espacio sea óptimo para las personas, obviamente, sin dejar la arquitectura ecofriendly de lado.